jueves, 25 de marzo de 2010

PASADO, PRESENTE, FUTURO






AYER, HOY, MAÑANA


Tardes avanzadas de luz,
risas apagadas de nostalgias vividas
acompañadas de momentos
de soledad obligada.

Recuerdos de infancia,
amor de padres, ternura.

Hambre de no pasarla,
mesas vacías 
llenas de abundancia
o quizás de nada,
cómplices y testigos
de lágrimas derramadas.

Sueños de infancia,
recuerdos añorados
como susurros 
viajan al infinito,
llenando mi ayer,
mi hoy, mi mañana.

Momentos presentes vividos.
Senderos de pasados sufridos,
mañanas aceptadas,
futuros inciertos,
sombras fugaces
soledad obligada.

Todo y nada 
me colman de amor
llenando mi ayer,
mi hoy, mi mañana.
  
                       Anbairo

Safe Creative #1005186326974










martes, 23 de marzo de 2010






Inagotable amor

lunes, 8 de marzo de 2010

8 DE MARZO (HOMENAJE A LA MUJER)

Sin ti yo no puedo estar,

mi vida se rompería.

Si llegaras a dejarme,

de dolor me moriría.













CRUEL REALIDAD


Como el canto de la alondra 
anunciadora del alba
llenaste mi vida de luz,
de primavera.

Lluvia llena de razones,
abrazos perpetuos,
corazón preñado de sentimientos,
sueños inventados,
tormentos ignorados.

Escaparates de rosas
y crepúsculos de amargura te ofrecieron,
cambiando mis esquinas aburridas
por estancias luminosas.

Cruel realidad,
dardos de amor imposible,
sufrimiento sin límite.

Mañana, cuando se apague la luz,
cuando pasen los segundos y llegue el silencio,
quiero encontrarme contigo
para borrar con mis besos
el yugo de tu amargura.


Anbairo

lunes, 1 de marzo de 2010

POEMA DE AMOR



A TI MUJER, CON TODO MI CARIÑO Y MI RESPETO



Ojos azules, como el mar.

Manos pequeñas, corazón grande.

Capacidad de amor...

hasta la saciedad.

 Bondad inconmensurable.

¿Qué más se le puede pedir a una mujer?

Mi reconocimiento y admiración,

pero sobre todo, mi respeto.




   

Recuerdo tu juventud

como el campo,

cuando estalla la primavera


Las flores, el aire,

el rocío y la luz,

sienten envidia de tu cara

y se inclinan a tu paso.


Quince años, ¡Qué hermosura¡

Tus cabellos, tu sonrisa,

tus caricias y tus besos,

eran como el alimento

que saciaba mi existencia.


Recuerdo tu juventud

como el agua, que cristalina

y libre corre buscando

el río y al final, llegas

al mar de mi vida.


Veinte años ¡Qué hermosura¡

Tu madurez, tus promesas,

tu cariño y tu ternura

se unieron a mi existencia.


Luego los treinta, cuarenta.

¿Te acuerdas de nuestra boda?

¿Recuerdas la malas noches,

que pasabas, preocupada,

por nuestros hijos, por mí?


¿Cuántas veces has llorado

sintiendo la soledad

aún estando acompañada?


¿Qué nos pasa?

¿Vivimos el plan de Dios?

¿Cuándo hablamos, dialogamos?

¿Cuándo me hablas, te escucho?


No quiero dejar pasar

los momentos agradables

que nos ofrece la vida,

porque mañana, sin ti, sin mi...

no será igual.


Ya no quiero recordar

ni los veinte ni los treinta.

Quiero tenerte a mi lado.

Quiero sentir el calor


de tu cuerpo, de tu mano.


Quiero vivir junto a ti

el plan que Dios nos prepare,

escucharte y dialogar

y si podemos, sanar,

sin rencores, sin enfado.




Para la mujer de mi vida
de   Anbairo