jueves, 14 de enero de 2010

EN RECUERDO A MIS PADRES




Este apartado quiero dedicarselo a mis padres, los que velaron mis sueños, los que incondicionalmente me dieron su cariño y se preocuparon de mi educación.
A ellos les debo lo bueno que pueda haber dentro de mi, mis principios, mi saber estar, mis costumbres, mi amor a la familia, mi todo.
A vosotros, José y Carmen, mis queridos padres con todo mi cariño.
                               
                                                                       Antonio Baños  (Anbairo)
                                              


























YO TAMBIÉN TE QUIERO

Como viento huracanado
se agolpan mis sentimientos.
Recuerdos van y vienen
como diapositivas
y ahora...
¡Qué cruel es la vida!
Como estatua de cera
yaces en la cama.
Tu pelo pintado de nieve,
tu rostro cansado,
demacrado por el sufrimiento
de mi ausencia,
ha perdido la sonrisa
y lloro con desesperación
la angustia de no haberte dicho:
-Yo también te quiero-
Padre, padre:
Cómo me duele tu ausencia  

                              Anbairo










TÚ, LA RAZÓN DE MI EXISTENCIA


Sentada junto a la puerta,
apoyada en el bastón,
con los hombros encorbados
y con el rostro cansado,
esperas que pase en tiempo.


¡Qué lejos la juventud!
¡Qué cerca la soledad|


Las arrugas de tu rostro
marcan el sufrimiento
y tus ojos han perdido
el brillo de la ilusión
que tenían hace tiempo.


Tú, la razón de mi existencia.
Yo, parte de tu sufrimiento.


¡Qué lejos la juventud, madre!
¡Qué cerca la soledad!


Tus cabellos blancos
y tus manos inseguras
llenan mi recuerdo
y tus dedos acarician mi cara
como cuando de niño
me arrullabas en tus brazos.


¡Me siento tan orgulloso de ti...!
¡Te diría tantas cosas...!


Abro el libro de mi vida
y llenas casi todo el texto
de mi existencia.
Miro dentro de mi corazón
y eres fiel reflejo
de mis sentimientos.


Madre, madre,
¡Qué lejos la juventud!
¡Qué cerca la soledad!


                  Anbairo
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2 comentarios:

  1. Precioso poema Antonio. Reflejas en él, todo el amor incondicional de un hijo.

    Hace ya mucho que mis padres murieron y no hay ni un sólo día que no les recuerde ¡Se extraña tanto su presencia, tanto sus palabras y su cariño! Pero ellos no morirán nunca, porque viven en mi corazón.

    Un abrazo.

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  2. Hola Antonio, un recuerpo que perdura en nosotros para siempre.
    Los psdres son la raíz de nuestra vida.
    Un abrazo.
    Ambar

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