domingo, 27 de septiembre de 2015




AMANTES NÁUFRAGOS



Se tocaron las manos.

Se miraron a los ojos
mientras sus cuerpos
arrastrados por la corriente
se alejaban en silencio.

La luna, cómplice,
observaba escondida
llorando lágrimas de plata
mientras la barca, partida en dos,
zozobraba mar adentro.

Por unos minutos
el mundo dejó de existir.

Llanto sin sonido,
desgarro del alma.
Dolor en silencio,
dolor compartido.

Transgresores de toda ley,
                               al amanecer,
el destino los separó.
Quien sabe a qué lugar los llevaría.

Agotada toda esperanza
se ofrecieron una sonrisa
sin saber si volverán a verse,

pero quedará en sus mentes
el recuerdo de esa noche,
donde fueron uno
por unos instantes...
bajo el mismo cielo.

                    Antonio Baños







 
 

miércoles, 23 de septiembre de 2015



JUNTO AL FUEGO

El día se quedo sin luz
y apareció la noche.
Con la mirada perdida,
sentados junto al fuego,
bebemos sorbo a sorbo
el veneno de las palabras,
bajo la tenue luz de la llama
que aviva nuestras caricias.
Cruzamos nuestras miradas,
                             sin malicia.
 
Nos dejamos llevar
por los impulsos del momento,
y como un huracán de sensaciones
surgen torturados deseos no programados,
cargados de silencios...
de nuevas experiencias.
Un sabor desconocido
inunda los momentos
con entrega y goce desenfrenado;
sin limite, sin reglas.
El entorno, cómplice de nuestros actos
se envuelve con las toxinas
que desprenden nuestros cuerpos desnudos,
                                                      deseados,
que abrazados gozan dejándose llevar.
La llama de la hoguera se extingue
                                                      y unidos,
bebemos el flujo de la vida
con deseo, con desenfreno,
hasta llegar al clímax
que nos sabe a azúcar de caña y dulce miel.
Se terminó la noche y con ella
comienza un nuevo día
cargado de silencios...
de nuevas experiencias cumplidas.
Al despertar el día, sin reproches,
quedaron atrás prejuicios derrotados,
momentos deseados junto al fuego.

                                           Antonio Baños

 

domingo, 20 de septiembre de 2015


 
 
 
 
 
SOLO TE PIDO UN MINUTO



¡Que calle la música hasta el silencio

en la madrugada de mis desvelos!


¡Que mil auroras no despierten

la locura de mi quebranto!



Que las aguas del mar bravío

de tus posibilidades,

inunden este fuego que me quema,

y mi ausencia no sea tropiezo

en el inicio de mi viaje sin retorno.



Cuando mi partida sea inevitable,

cuando mis ojos no derramen lágrimas

y mi respiración ahogada

no suspire junto a tu almohada,

regálame un minuto en tu recuerdo.



Mientras tanto...

ocultaré lágrimasde desespero

al recordar los ecos de la vida que se apaga.

Sembraré semillas de momentos vividos

en surcos de arena,


caminaré por senderos de mañanas

para consolar nuestro dolor…

y en el minuto de tu recuerdo,

seremos felices como de costumbre.



                                          Antonio Baños