jueves, 19 de abril de 2012



EL DOLOR DE LA TIERRA

Caminando yo encontré
junto al cerro del castillo,
despojado de sus ropas
un pequeño, le miré.

-Dudé primero un instante.

Cuando traté de alejarme,
una fuerza superior
me arrastró junto a aquel niño
que suplicaba mi ayuda
y con carita de pena,
me miraba con cariño.

¡Por Dios hermano! —me dijo.
Y la virgen del lugar
socorre a este pobre niño,
que no puede caminar.

¿Qué te ha pasado criatura?
—Pregunté al acercarme.

Viendo con gran estupor
que de sus manos llagadas
y sus pies, brotaban sangre.


¿Quién ha podido hacer esto?

Es el dolor de la tierra,
de los hombres tus hermanos
los que hacen que yo sufra,
que se me claven espinas,
que se me llaguen las manos.

Después de la aparición,
el cielo se entristeció.
Perdí de vista al chiquillo
y un haz de luz me guió
a la colina del monte,
donde en Vilches se venera
a la virgen del castillo.

La luz invadió la ermita
y al pasar a su interior
mi corazón palpitó
al ver con gran emoción
en los brazos de la virgen
aquel desnudo chiquillo,
que caminando encontré,
junto al cerro del castillo.

                            Anbairo

         


martes, 10 de abril de 2012

CUANDO LLOREN LOS SILENCIOS

                                                      fotografía de bodegas del campo (Anbairo)


CUANDO LLOREN LOS SILENCIOS


Recordando sus caricias,
la sonrisa de sus labios…
la busco en mis madrugadas
como la leña a la hoguera,
como la madera al árbol,
como  las olas al mar.


Quiero llenarla de besos
para que se acuerde de mí,
y cuando no estemos juntos,
cuando los silencios lloren…
tengamos recuerdos bellos
de los hermosos momentos
que vivimos, que viví.


No me abandones ahora,
que solo no sé vivir,
porque la vida es tan corta
que se nos termina el tiempo.


Cuando lloren los silencios
en las soledades de mi destierro,
cuando las lluvias apaguen
el fuego de sus caricias
y las diapositivas de nuestra existencia


pasen fugaces…
llegarán alazanes galopantes
golpeando con su trote,
los caminos recorridos,
y juntos, marcharemos de la mano
buscando el amor y la paz
que  los dos nos merecemos.


                                                   Antonio Baños