sábado, 8 de diciembre de 2012



EL NIÑO MENDIGO

En  la Plaza juega el niño mendigo

pidiendo limosna y no le dan nada.

Sus manos sucias, su ropa manchada,

no tiene padre, ni madre, ni abrigo.


En sus ojos tristes falta la alegría

de besos negados, sin  dios ni dueño,

mendiga sonrisas con mucho empeño,

camina asustado de noche y  de día.


Llega navidad se acerca el invierno,

no tiene pasado, se siente perdido,

tampoco futuro, su vida un infierno.


Recordando  triste lo mal que ha vivido,

suplica el chiquillo con amor fraterno:

¡Dame una limosna, por Dios te lo pido!