LLANTOS DE MADRES
Vasijas llenas
de sonidos huecos
y huellas borradas
de silenciosos
amaneceres,
Irrumpen en el
pasado
que en el
recuerdo se hace presente.
Tardes
crepusculares,
dolor ajeno
interminable,
llantos de
madres
que, perdidas
las esperanzas
lloraron a sus
hijos muertos
en los albores
de la noche,
bajo miradas sin
respuesta.
No hay consuelo,
solo dolor.
Como fantasmas,
brotan recuerdos
de la inmadurez
del hombre
que por
convicción,
-o quizás no-,
muere en soledad,
bajo la sombra
de su ideología,
-o quizás
no-.
Voces sordas,
espanto y dolor
quedan en el
recuerdo,
como espectro
viviente
de aquellos días
interminables,
donde las madres
lloraron,
perdidas las
esperanzas,
a sus hijos
muertos.