domingo, 20 de mayo de 2012




















LLANTOS DE MADRES


Vasijas llenas de sonidos huecos
y  huellas borradas
de silenciosos amaneceres,
Irrumpen en el pasado
que en el recuerdo se hace presente.

Tardes crepusculares,
dolor ajeno interminable,
llantos de madres
que, perdidas las esperanzas
lloraron a sus hijos muertos
en los albores de la noche,
bajo miradas sin respuesta.

No hay consuelo, solo dolor.
Como fantasmas, brotan recuerdos
de la inmadurez del hombre
que por convicción,
                                 -o quizás no-,
muere en soledad,
bajo la sombra de su ideología,
                                  -o quizás no-.

Voces sordas,
espanto y dolor
quedan en el recuerdo,
como espectro viviente
de aquellos días interminables,
donde las madres lloraron,
perdidas las esperanzas,
a sus hijos muertos.