En mi pensamiento y en mi retina, quedan los días de mi juventud y aquellas tierras de "Meigas " que tienen el encanto necesario para no olvidarlas nunca.
Mares bravíos, paisajes inolvidables, pero sobre todo buena gente y amigos para la añoranza que son y serán para siempre.
Mares bravíos, paisajes inolvidables, pero sobre todo buena gente y amigos para la añoranza que son y serán para siempre.
ODA A GALICIA
Voy caminando por la ladera
buscando ansioso la bahía.
En el camino: Eucaliptos, begonias,
prados verdes y techos de pizarra.
Y al final del serpenteante camino,
el mar azul y blanco, se agita jubiloso
cuando nota mi presencia.
Olor a menta y a rocío
es tu perfume, Galicia.
Luz y sombras, tu paisaje.
Tus mares: bravos.
Tu gente: afable,
y tu entorno: El cuadro que
un ángel pintó, cuando
Dios le dio permiso,
una tarde de verano.