lunes, 29 de noviembre de 2010

PORQUE... EL AMOR DUELE





ME DUELE EL CORAZÓN

Me duele el corazón de no verte.
Me duele cuando despierto de mi nostalgia,
cuando escucho la alondra cantando en mis silencios,
cuando los atardeceres de mis días finitos
suenan en la lejanía sin sonido aparente

Me duele el corazón de no verte.
Me duele, cuando la vela de mi vida
se consume lenta, irremediablemente,
cuando la leña de nuestros deseos
cruje como llanto de ausencia y desespero.

Me duele el corazón de no verte.
Me duele cuando mis manos solo acarician recuerdos,
cuando rozo tu piel en la retina de mis ojos,
cuando todo expira en mí, no tu recuerdo.

Me duele el corazón de no verte.
Porque… el amor duele,
duele de tanto querer,
duele de querer quererte.

Anbairo

lunes, 15 de noviembre de 2010

POESÍA, DESEOS DE TI

Noche aciaga. Recuerdos lejanos y recientes, así como sentimientos encadenados, van y vienen apoderándose de mi descanso.
Hace frío, la madrugada se acerca. Las campanas de la catedral suenan a lo lejos en el silencio de la noche, como a funeral, sórdidas, tranquilas, y por mi falta de atención, no sé si son las tres o las cuatro de la mañana.
La luz de las farolas del nuevo parque, se filtran como intrusas entre las rendijas de la vieja persiana de la habitación. Me esfuerzo por  escribir un poema pero no logro concentrarme.



DESEOS DE TI

Cuando case el sol y la luna se asoma
en los rojos atardeceres de mi descanso,
intento hallar el equilibrio perfecto
para convertir en versos mis sentimientos.

Ardientes deseos centrados en la composición
traicionados por la influencia
de palabras desarticuladas,
golpean incesantes mi necesidad.

Melodías encerradas,
romances encadenados,
ecos de temas sin sonido
no hallados, me desesperan.

Miro a mi alrededor,
contemplo mi entorno,
escucho el murmullo del viento
y me sacio del aroma de las flores.

Su voz despierta mi sueño.
Busco la solera de sus años,
bebo de ellos hasta llenarme
de proyectos programados.

Sentado, con los pies descalzos
en los atardeceres de mi descanso
la noto cercana, la abrazo, la hago mía
y pienso que soy muy afortunado.

          Anbairo

lunes, 8 de noviembre de 2010

EL DOLOR DE LA TIERRA



VILCHES (JAÉN)

Fue en época islámica cuando se consolida y toma auge el actual emplazamiento de Vilches, marcado por la construcción de un castillo-fortaleza, en el cerro de la ermita de la Virgen. Sobre el recinto íbero-romano de Giribaile se levantó otro castillo fortaleza, con enlace visual con el anterior. En su término se han inventariado varias alquerías o pequeños poblados que utilizarían ambos castillos como refugio.
En 1170 los almorávides controlaban el castillo de Vilches desde el que hostigaban a los almohades que controlaban el de Giribaile.
En 1209 el maestre de Calatrava don Ruy Díaz de Yanguas ganó el castillo de Vilches, pero debió de perderlo al poco, con la reacción almohade, puesto que de nuevo cayó en manos cristianas tres días después de la Batalla de la s Navas de Tolosa. Castilla reforzó la plaza , al tiempo que los almohades hacían lo mismo con el de Giribaile.
En 1213 el rey Alfonso VIII le concedió el Fuero de Cuenca, así como plena propiedad sobre sus montes y términos para que el castillo de Vílches fuera bien poblado. En 1217, por Bula del Papa Honorio III, se concedía a la Mitra de Toledo las iglesias de Vilches. Finalmente, Fernando III dio esta localidad a Baeza el 6 de abril de 1253.
Durante el reinado de Felipe II la localidad se vio afectada por el proceso de venta de tierras baldías, y el Consejo de Vilches presentó una serie de pruebas sobre sus derechos de propiedad de sus tierras en el año 1575.
Felipe IV la libertó de la jurisdicción de Baeza el 3 de julio.
de 1627 y le concedió el título de Villa.
Imagen Virgen con niño (Museo Bellas Artes, Valencia)

EL DOLOR DE LA TIERRA

Caminando yo encontré
junto al cerro del castillo,
despojado de sus ropas
un pequeño, le miré.
Dudé primero un instante.
Cuando traté de alejarme,
una fuerza superior
me arrastró junto a aquel niño
que suplicaba mi ayuda
y con carita de pena,
me miraba con cariño.
¡Por Dios hermano! —me dijo.
Y la virgen del lugar
socorre a este pobre niño,
que no puede caminar.
¿Qué te ha pasado criatura?
—Pregunté al acercarme.
Viendo con gran estupor
que de sus manos llagadas
y sus pies, brotaban sangre.
¿Quién ha sido?
¿Quién ha podido hacer esto?
Es el dolor de la tierra,
de los hombres tus hermanos
los que hacen que yo sufra,
que se me claven espinas,
que se me llaguen las manos.
Después de la aparición,
el cielo se entristeció.
Perdí de vista al chiquillo
y un haz de luz me guió
a la colina del monte,
donde en Vilches se venera
a la virgen del castillo.
La luz invadió la ermita
y al pasar a su interior
mi corazón palpitó
al ver con gran emoción
en los brazos de la virgen
aquel desnudo chiquillo,
que caminando encontré,
junto al cerro del castillo.

       Anbairo

martes, 2 de noviembre de 2010

MAÑANA SERÁ MUY TARDE


Es feliz el que soñando, muere. Desgraciado el que muera sin soñar.
Rosalía De Castro





Morir, dormir, tal vez soñar- ¡Ay! Ahí está el problema, pues lo que podemos soñar después de despojarnos de esta envoltura carnal debe hacernos reflexionar.
William Shakespeare

El hecho de que algunos nunca hayan soñado es tan improbable como el que algunos nunca hayan reído.
Sir Thomas Browne





MAÑANA SERÁ MUY TARDE

 El pájaro ya no canta,
la tortuga se ha dormido,
la luna no alumbra nada,
el aire se ha detenido.

Mañana cuando despiertes
recordarás tu sueño inventado.
Mañana será muy tarde,
no podré recuperar
el tiempo que me has robado.

La nube no tiene agua
el campo ya se secó
la semilla no germina
tu sueño la destrozó.

Mañana cuando despiertes
recordarás tu dueño inventado,
recordarás tus mentiras
tus envidias, tu pecado.

El árbol no tiene fruto
la flor sin agua quedó,
mañana será muy tarde
para dar vida a la vida
que tu sueño me quitó.

   Anbairo