Noche aciaga. Recuerdos lejanos y
recientes, así como sentimientos encadenados, van y vienen apoderándose de mi
descanso.
La luz de las farolas del nuevo parque, se filtran
como intrusas entre las rendijas de la vieja persiana de la habitación. Me esfuerzo por escribir un poema pero no logro concentrarme.
DESEOS DE TI
Cuando case el sol y
la luna se asoma
en los rojos
atardeceres de mi descanso,
intento hallar el
equilibrio perfecto
para convertir en
versos mis sentimientos.
Ardientes deseos
centrados en la composición
traicionados por la
influencia
de palabras
desarticuladas,
golpean incesantes mi
necesidad.
Melodías encerradas,
romances encadenados,
ecos de temas sin
sonido
no hallados, me
desesperan.
Miro a mi alrededor,
contemplo mi entorno,
escucho el murmullo
del viento
y me sacio del aroma
de las flores.
Su voz despierta mi
sueño.
Busco la solera de sus años,
bebo de ellos hasta
llenarme
de proyectos
programados.
Sentado, con los pies
descalzos
en los atardeceres de
mi descanso
la noto cercana, la abrazo, la hago mía
y pienso que soy muy
afortunado.
Anbairo