domingo, 14 de abril de 2013

                                                                    Imagen cogida de internet


A TI MUJER

Crucé el umbral del silencio
buscando palabras fatigadas.
                                        Ahora;
dolorido, ausente de conocimiento,
maldigo el comportamiento
del hombre que te maltrató mujer.

Me duele el dolor que te duele.
Me duelen tus horas calladas,
tus abrazos ignorados.

Me duele el infierno de tu dolor,
que resignada sufriste
en horas acostumbradas.

Caminando en soledad
por lugares sin salida,
encontraste verdades podridas
disfrazadas de falsas promesas
frente al espejo sucio de tu pareja,
                                           que,
perdido el horizonte de la cordura
arremetió infame contra ti,
dejando cicatrices
en la piel de tu persona.

Crucé el umbral del silencio.
busqué palabras de aliento
y palabras encontré,
palabras que con respeto  digo:

Me duele el dolor que te duele.
Me duelen tus horas calladas,
tus abrazos ignorados,
el infierno de tu dolor.

Maldigo el comportamiento
del hombre que te maltrató mujer.


lunes, 18 de marzo de 2013

                                         Imagen bajada de internet


TRAICIÓN ANUNCIADA


Ojos abiertos a la luz del día
viajan sinuosos como ave canora,
                                   acomodándose,
donde las palabras con espinas afiladas
mueren a lo largo del camino.

Como remolinos en el mar,
brotan palabras de traición
por culpa de unas monedas,
arrastradas por impulsos desconocidos.

Las trompetas suenan sin descanso
anunciando la tristeza del día.

Las flores del campo lloran
esperando en silencio,
una traición anunciada
junto al velo oscuro de la sombra.

La luna brilla sobre las aguas en calma.
La noche gélida calla.
                                             Mientras…
el velo blanco de la esperanza
flota con ambiente hostil
en el monte de los olivos.

El aire tiembla por el calor
tras el profundo silencio.


Envejece el cuerpo,
                                también la mente.
El tiempo se marcha,
                                   también la vida.

Y en silencio,
acompañadas por el dolor,
surgen lamentaciones de fracaso
gastadas por el sufrimiento,
en llanto desesperado.

Treinta y tres monedas…
el precio de una amistad.

                            Antonio Baños

lunes, 4 de marzo de 2013

                                                                Imagen cogida de Internet


POETAS OLVIDADOS

Como remolinos en el mar
llegan palabras gastadas por el dolor,
ensombreciendo la noche
con cenizas de antorchas consumidas.

El velo oscuro de la sinrazón
cae tras el profundo silencio,

y el aire; gastado y húmedo,
llega tardío arrastrado por impulsos,
bajo la suave brisa emocional
de los poetas olvidados.

El tiempo teje el futuro y el presente,
el pasado se consumió a fuego lento
convirtiéndose en una puerta entreabierta
para dar paso al olvido,

y con el paso del tiempo,
agotados como náufragos,
los poetas olvidados
escribieron poemas,
convirtiendo sus versos
en sagradas escrituras.

Como sombras furtivas
deambulan a ninguna parte
y gastados por el silencio,
caminan solitarios
afrontando su dignidad,
su dolor, su muerte.

Son… los poetas olvidados.

                                         Antonio Baños


domingo, 3 de febrero de 2013

                                                     Imagen cogida de Internet




Cita:
“Si alguien no es capaz de sentir el poder de Dios
cuando mira las estrellas, es que no es capaz de
sentir nada…”  (Cicerón)


DOLOR Y MUERTE

Chasquidos metálicos
suenan rompiendo el silencio,
en el monte de la calavera.

Gritos de dolor
 y llantos compartidos
acompañan al hombre
que clavado  al estípite
de pies y manos,
mira al cielo en su agonía.

El aire nocturno; 
ahora denso,
huele a humedad.

El sol proyecta sombras
sobre la calle intransitable
que momentos antes
anduvo el Nazareno.

El susurro duerme.
las manos ocultas
de crueles verdugos,
esconden su culpa,
mientras el viajero permanente
emprende su largo camino.

El mar agitado
lame la arena,
rociando la orilla
con su densa espuma.

El resplandor del mundo enrojece,
iluminando su lívido rostro.
El sol de tonos rojizos
brilla henchido con los colores del día,
que se apaga con el dolor de su existencia.

Pensamientos con palabras dibujadas
llegan con la noche cerrada.

A lo lejos: dolor y muerte.
En la cercanía: amor y vida

las colinas suenan
con eco de voz dolida,
al escuchar las palabras
del que murió por los hombres: 

“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23,34)


jueves, 3 de enero de 2013




Calles humedecidas por  lágrimas
de los que sembraron y  nada recogieron,
donde las  pisadas dejan huellas
que llevan a ninguna parte
y se lamentan ante los poderosos,
                                                   que,
impasibles miran y no ven.

Risas mordidas, de labios resecos.
Caras sucias y estómagos vacíos,
                                                  que,
mirando al infinito,
se pierden en letargo obligado 
de querer y no poder.

Hombres y mujeres, como zombis
van y vienen perdiendo el norte
con la cabeza humillada
buscando sin hallar.

Ojos tristes, 
miradas perdidas.
Hambre y desaliento, de padres
que miran  con desespero
a sus hijos desnutridos,
buscando en los contenedores
para mitigar su apetito,
los desperdicios que desprecian
aquellos que le robaron su dignidad.

Cantos, risas, algarabía.
Luces de guirnaldas
y villancicos navideños,
suenan de gargantas satisfechas.

¡Es Navidad!

Los escaparates derrochan luces de neón
y las calles siguen húmedas y tristes
para los que sembraron y no recogieron
por culpa de los poderosos,
                                                           que,
miran y no ven, porque son ellos
los que han perdido la dignidad
y abusan de los más débiles
para sentirse superiores.

                                                    Antonio Baños