DEL POETA
Sentado, mirando al cielo junto a las rocas que el mar golpea con rabia, el aprendiz de poeta, pensativo, con los ojos cerrados y un cuaderno de notas en el suelo, busca en su mundo interior anhelos infinitos, deseos profundos.
Desnudando sentimientos prisioneros, descubre que sus sueños son vanas quimeras.
¡LIBERTAD¡
Senderos adornados
por las huellas de sus pasos.
Lágrimas olvidadas.
Completivos caminos
infinitos, perdidos,
tropezados en duelos
de llanto,
median entre el poeta
y el tiempo
que mirando al frente
con desespero
y atrapado en sueños
interrumpidos,
busca la libertad.
Lágrimas deslizadas
ocultas
pasean sin rumbo,
buscando
caminos cerrados
de trayectos sin atajos,
condenados.
Cierra los ojos
y descubre que sus
sueños
son vanas quimeras.
Busca en su mundo
interior
anhelos infinitos,
deseos profundos,
sentimientos prisioneros.
Canta para sentirse libre.
Respira libertad de
elegir.
Siente libertad de
pensar,
no quiere dejar de
ser libre.
Atormentadas horas,
palabras silenciosas
poesía callada,
llámame.
Llámame en voz alta.
Acudiré pronto
a las órdenes de tu
susurro.
Callaré mi alma
violentada
y llenaré de alegría
en crecimiento
la armonía de la voz
de tu llamada
para cantar a la
vida, a la muerte,
a la libertad del
pensamiento.
Anbairo